MIENTRAS ESCRIBO
Mi mano se deshace de mi,
curiosamente se enajena
y dibuja desconocidos trazos, profetiza
y con viejas palabras malgastadas
estrena inéditos lenguajes.
Yo la pierdo al extremo de mi brazo
para hallarla transformada en un ala
recortada en la altura, coronada de espácio,
ungida por el fervor, ebria de música.
Así sublima al dolor, se une al universo
y vuelve a ser, al fin de su vuelo,
herramienta del hombre que la recobra
devuelta a su gravedad, su forma y su peso,
su destino cotidiano y terrestre
que le impide retener para siempre
la libertad que ha rozado.
NESTOR ALONSO
Mi mano se deshace de mi,
curiosamente se enajena
y dibuja desconocidos trazos, profetiza
y con viejas palabras malgastadas
estrena inéditos lenguajes.
Yo la pierdo al extremo de mi brazo
para hallarla transformada en un ala
recortada en la altura, coronada de espácio,
ungida por el fervor, ebria de música.
Así sublima al dolor, se une al universo
y vuelve a ser, al fin de su vuelo,
herramienta del hombre que la recobra
devuelta a su gravedad, su forma y su peso,
su destino cotidiano y terrestre
que le impide retener para siempre
la libertad que ha rozado.
NESTOR ALONSO
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